23 de abril de 2014

Dieta Pediatria

Durante toda la infancia y la adolescencia, es importante que la dieta incluya una variedad de alimentos para un adecuado desarrollo. 
Después de los dos años de edad, se recomienda que la dieta sea moderadamente baja en grasa, ya que las dietas altas en grasa pueden contribuir a que se presente cardiopatía, obesidad y otros problemas de salud posteriormente en la vida.

Se recomiendan los suplementos de fluoruro en áreas donde el agua no es fluorada. Una dieta que contenga una variedad de alimentos de cada uno de los grupos básicos de alimentos (panes y granos, carnes, frutas y verduras, y productos lácteos) ayudará a prevenir deficiencias nutricionales.
Organizaciones como la Asociación Médica Estadounidense (American Medical Association) y la Asociación Dietética Estadounidense (American Dietetic Association) recomiendan que los niños saludables obtengan todos los nutrientes de los alimentos en lugar de suplementos vitamínicos.
Los nutrientes que tienen la mayor posibilidad de ser deficientes en la dieta de un niño son: el calcio, el hierro, la vitamina C, la vitamina A, el ácido fólico y la vitamina B6. La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) no respalda los suplementos vitamínicos de rutina para niños normales y saludables; sin embargo, no hay un riesgo significativo si un padre desea suministrarle a su hijo una multivitamina pediátrica estándar.
Los niños que no consumen o que consumen insuficientes productos lácteos presentan un riesgo particular de deficiencia de calcio que puede interferir con el desarrollo y crecimiento de los huesos. Entre los alimentos que son buenas fuentes de calcio están la leche descremada o baja en grasa, el yogur y los quesos. Otros alimentos como el brócoli, las verduras cocidas y el salmón enlatado (con huesos) también brindan una fuente de calcio en la dieta; sin embargo, a menudo es difícil lograr que los niños consuman cantidades adecuadas de estos alimentos.
Los requerimientos de hierro varían de acuerdo con la edad, la tasa de crecimiento, las reservas de este elemento, el aumento del volumen sanguíneo y la tasa de absorción de las fuentes alimenticias. Las adolescentes tendrán mayores necesidades de hierro debido a las pérdidas menstruales. Las fuentes de hierro incluyen la carne de res, el pescado, la carne de aves, los cereales fortificados con hierro, las espinacas, las legumbres y las arvejas secas.

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