Si estás en cama o con discapacidad, ya sea temporal o permanente, necesitas saber cómo optimizar tu nutrición para que puedas maximizar tu calidad de vida. Prestar mucha atención a tu dieta puede ayudar a evitar la enfermedad y compensar el hecho de que no puedes ser capaz de realizar ejercicio físico tradicional. Una dieta rica en vitaminas y nutrientes puede ayudarte a recuperarte más rápido o sacar el máximo provecho de una mala situación.
Nutrición y descanso en cama
Ya sea que estés incapacitado o confinado a reposo en cama, todavía necesitas el mismo tipo de dieta que los demás. De acuerdo con los Hospitales y Clínicas de la Universidad de Iowa, una dieta para alguien que está en la actualidad físicamente impedido deberá ser la misma dieta equilibrada recomendada para la población general. La única diferencia real es que necesitas menos calorías en general, porque realizas menos actividad física durante el dia.
Sugerencias de dieta
La Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) ofrece recomendaciones generales de dieta de calidad que deben ser utilizadas por casi todo el mundo bajo el sol. El ACS hace hincapié en una dieta basada en plantas porque ha sido demostrado estadísticamente que las dietas altas en frutas y verduras reducen el riesgo de cáncer, entre otras enfermedades, como la diabetes y la hipertensión. Así que la base de tu dieta mientras estés en cama debe incluir una porción de frutas o verduras y una porción de granos enteros en cada comida. Esto asegurará que tu consumo de fibra se mantenga relativamente alto y que tu cuerpo esté provisto de suficientes nutrientes para la función y recuperación óptima. Más allá de lo anterior, también debes esforzarte por reducir la ingesta de grasas no saludables. Las grasas no saludables por lo general se considera que son las grasas trans y saturadas. Las grasas trans se encuentran más frecuentemente en los alimentos que se fríen, pero también pueden aparecer en otros lugares; siempre verifica la información nutricional antes de consumir un alimento nuevo. Las grasas saturadas se encuentran con mayor frecuencia en la carne de animales con más grasa, así que reduce tu consumo de carnes rojas grasas siempre que sea posible y mejor come muchas carnes blancas magras (pollo y pavo). Aunque es más alto en grasas, el pescado sigue siendo una buena opción para incluir en tu dieta, ya que contiene gran cantidad de grasas omega-3 saludables para el corazón. Ejemplos de grasas saludables son el aceite de oliva, aceite de pescado, coco, almendras, nueces, maní y otros alimentos que contienen grasa insaturada.
Midiendo calorías
Para tener una idea clara de la cantidad de calorías que puedes consumir con tu nivel deactividad naturalmente más bajo, debes mantener un registro diario de alimentos durante al menos un mes o dos. Durante este tiempo, haz un seguimiento tanto de los alimentos que consumes como de tu consumo total de calorías diarias. Mide tu peso al final de cada semana. Si involuntariamente ganas o pierdes peso, haz pequeños ajustes a tu dieta -añadiendo o sustrayendo 200 calorías por día- y vuelve a evaluar después de una semana más o menos. La modulación constante de tu ingesta calórica asegurará que no comas en exceso o menos de manera accidental mientras estás relativamente inmóvil.
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